Desde hace unos años, el día 10 de diciembre se celebra el Día Internacional de los derechos de los animales, coincidiendo con la conmemoración del Día de los Derechos Humanos. ¿Por qué se hace así? Pues para concienciar sobre el hecho innegable de que los animales son seres sintientes, que sufren, padecen y disfrutan, como lo podemos hacer las personas.
La Declaración Universal de los Derechos de los Animales existe desde el año 1978 y contiene, en sus 14 artículos, cuatro derechos básicos:
– Derecho a la vida
– Derecho a la libertad
– Derecho a no ser sometidos a situaciones que les generen dolor
– Derecho a nos ser considerados una propiedad
No es difícil darse cuenta al leerlos que estos cuatro derechos básicos y elementales son violados a diario en cualquier punto de nuestra geografía: se eutanasia animales sanos gracias a la mala praxis de ciertos profesionales de la veterinaria; se mantienen encadenados de por vida en campos y fincas de cualquier provincia española; se mutilan orejas y rabos en determinadas razas por meros motivos estéticos (y aunque la ley lo prohíba); se comercializa con ellos como si de objetos se tratase… y un largo listado de actitudes y actividades que cualquiera puede tener en mente ahora mismo.
¿Qué puedes hacer tú, en tu día a día, para contribuir al bienestar animal? Hay tantas opciones como personas y situaciones, pero te damos algunas de ellas. Seguro que puedes encontrar la que más se adapte a tu circunstancia:
– Reducir o eliminar el consumo de carne y de huevos procedentes de gallinas enjauladas
– Renunciar al uso de pieles de animales, ya sea en forma de prendas de vestir, calzado, complementos…
– Optar por marcas de cosmética y de higiene personal que tengan el sello «Cruelty Free», «Vegan», etc..
– Aportar tu granito de arena en la lucha contra el abandono de animales de compañía, colaborando con alguna asociación protectora de animales de tu zona
– Elegir siempre, siempre, la adopción antes que la compra
– Difundir estos derechos, estas opciones, estas alternativas
– No realizar actividades lúdicas que incluyan animales de ningún tipo (paseos en camellos, peleas de gallos, uso de coches de caballos, visitas a zoológicos tradicionales, acudir a circos con animales, corridas de toros…)
Por primera vez la ONU ha incluido entre sus objetivos de Desarrollo Sostenible para 2030, artículos que implican metas tales como la protección de especies amenazadas, el fin de la caza furtiva, la erradicación del tráfico de especies…
Tan sólo el esfuerzo común de entidades e instituciones públicas, junto a cada persona individual, hará posible un cambio de mentalidad y un futuro mejor para el planeta, donde tanto animales como personas disfruten de la vida plena y libre que merecemos.
